DIEZ MINUTOS EN SILENCIO
Diez minutos en silencio
6
Salmo 41
Como buscan los ciervos corrientes de agua,
así te busco a ti, Dios mío;
Tengo sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Tengo fe. Necesito de Dios.
Otros no tienen fe. No necesitan a Dios.
Respeto a los que no tienen fe.
También ruego respeto por mi fe.
No quiero ofender a nadie con mi fe.
Por favor, no me ofendáis por mi fe.
Alguien dirá que mi fe es consecuencia de la herencia. Vale
Alguien dirá que es incultura. Vale.
Alguien dirá que es producto de una rotura de por dentro. Vale.
Alguien dirá que ya lo dijo Freud. Vale.
Alguien me dirá que se curará con el progreso. Vale.
Pero dejadme con mi fe. Sin Dios soy nada, no entiendo nada, entiendo menos de lo que entiendo ahora. Dios no me lo ha explicado todo. Pero me quita la sed y me da la vida.
No es hora “del rostro de Dios”. Es hora de fe.
Si Dios no Es, no quiero ser yo tampoco.