Triste Navidad:

Ayer hemos recibió una llamada urgente por WhatsApp de la directora del Centro Socio-Sanitario de Biryogo, Ruanda, que nos decía literalmente: “La gente se nos está muriendo de hambre, necesitamos ayuda para darle de comer, ahora es lo primero”.

Si el hambre en Ruanda es endémica, este año mucho peor, porque las lluvias tan torrenciales que cayeron sobre el país arrasaron no solo casas sino también cosechas. Mucha gente no tiene nada que comer. El cambio climático se está cebando sobre todo con los países más pobres, que son los menos culpables del mismo, pero sí son las víctimas más injustas e indefensas de sus consecuencias.

Mientras aquí hay gente que se queja de que su calle tiene poco alumbrado navideño, en Ruanda hay muchos miles de personas que no tienen ni una gota de agua para beber, y menos potable. En los países desarrollados derrochamos cantidades ingentes de energía y precisamente por eso somos los principales causantes del cambio climático, que los más ricos y poderos como Trump, se empeñan en negarlo para justificarse a sí mismos.

Entre los cuatro proyectos que intentamos apoyar para 2019, figura precisamente el del Centro Socio-Sanitario Biryogo, que titulábamos así:

"Sin comida no hay vida"

Pues ya preveíamos que el hambre este año iba a ser muy grande, y porque es inútil intentar curar a la gente de sida, tuberculosis o malaria si se nos está muriendo de hambre. Por eso precisamente hemos querido apoyar el apartado de la alimentación en el proyecto de Biryogo de 2019, porque teníamos claro que el hambre iba a ser el mayor problema este año a causa de la pérdida de las cosechas por la lluvia. En la conversación de ayer, la Directora del Centro nos decía: “esto es lo más urgente que tenemos en estos momentos”. Nos solicitaban 10.386 € para este apartado de alimentación, pero visto el panorama actual van a ser insuficientes, si es que conseguimos alcanzar esa cantidad. Con esto queda dicho todo.

Muchas gracias a todos los que ya habéis colaborado para este proyecto y para todos los demás.

En el Evangelio, Juan Bautista, anunciando la llegada de Jesucristo, dice: “el que tenga dos vestidos, que los reparta con el que no tiene, y el que tenga comida haga lo mismo”. Si queremos celebrar la Navidad con un poco de coherencia el compromiso con los empobrecidos: hambrientos, sedientos, desnudos, enfermos, emigrantes, encarcelados… es imprescindible, como así lo proclamó Jesucristo.

El camino para llegar a Belén HOY es el compromiso con los oprimidos del mundo y la lucha por la justicia, la igualdad, la solidaridad, la fraternidad…

Un abrazo muy cordial a tod@s.

Faustino Vilabrille

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Periodista Digital