JULEN
Gerardo VillarMe siento orgulloso de pertenecer a esta humanidad. Es capaz de acudir en ayuda de Julen, el niño que cayó al pozo. Todos los gremios, todos los medios de comunicación, los vecinos, la mejor maquinaria… Todos interesados por él.
Es de admirar la entrega. Pero aquí está la palabra “interesados”. Y quizás con un poco de morbo. A la mayor parte de la humanidad no nos ha supuesto ningún esfuerzo, más que a esas personas maravillosas que han dedicado lo mejor de sí en su ayuda.
La gran pregunta que me hago es “¿por qué ha ocurrido esto con este niño? ¿Por qué no se DA ESA PREOCUPACIÓN POR TANTOS MILES Y MILLONES DE NIÑOS QUE MUEREN DE HAMBRE, DE ENFERMEDADES, DE ACCIDENTES EN EL MUNDO?
Quizás el secreto está en que no estamos interesados por los demás niños, a no ser que nos toque de cerca. Me sorprende cómo nos interesamos por él. Pero, con perdón, es un interés que no va más allá del sentimiento.
Y también que con solo interesarme, no basta, es preciso mi compromiso, mi acción posible en favor suyo.
No podemos sacar cada semana a una persona en la tele y estar todo el día hablando de él. Somos un poco cortos de memoria cuando se nos informa del hambre y la miseria que padecen, entre nosotros y lejos, otros niños. Pero eso no nos interesa demasiado. Lo vemos como tan normal… Y hasta nos cansamos de verlo y oírlo: “quita eso de la tele que ya lo hemos visto”. Parece ser que lo que no sale en los medios, no existe. Y que quizás nos hemos hecho un tanto insensibles a las realidades inhumanas. Hace falta algo de morbo.
Y sobre todo, no estamos dispuestos a dar el paso al compromiso.
Ojalá esta experiencia sea un acicate para avanzar como personas solidarias y colaboremos como esos cientos de personas, con su compromiso personal de todo tipo.
Que no funcionemos a base de dramatismo, sino que sea algo normal, humano, el colaborar con todas las personas que nos necesitan. Claro que va a ser una colaboración distinta. Pero fija, pensada y decidida. No porque la tele me tenga que impresionar con sus imágenes. Lo sabemos y lo conocemos muy bien.
Es que es cuestión de familia. Todos somos de la misma… Y sabemos manifestarlo maravillosamente en circunstancias como éstas. A todos los que habéis sufrido, colaborado, interesado por Julen, GRACIAS. Nos hacéis sentir más humanos.
Gerardo Villar