Hermanos y hermanas, tanto el discípulo como la comunidad cristiana necesitan orar. La Palabra nos recuerda el talante, el estilo, la forma y el espíritu que debe de impregnar nuestra oración. Oremos.

Padre, que seamos orantes en la acción

• Que la Iglesia sea maestra y escuela de oración, enseñando a invocar a Dios como Padre/Madre y que conlleva una existencia invadida por el deseo de un mundo diferente; vivida con confianza y compromiso.

Padre, que seamos orantes en la acción

• Que los creyentes descubramos en el Padrenuestro la expresión de una actitud, de un estilo de vida identificada y enamorada con el proyecto de Dios.

Padre, que seamos orantes en la acción

• Que todos nosotros seamos conscientes de la necesidad de redescubrir toda la hondura y la novedad que encierra el Padrenuestro.

Padre, que seamos orantes en la acción

• Que en este tiempo de verano busquemos tiempos y espacios para la soledad y para el compartir; que acertemos a unir la vida con Dios y la vida con los hermanos y hermanas.

Padre, que seamos orantes en la acción

• Que la oración de cada día nos comprometa con el cuidado de la Creación, con la solidaridad con los más desfavorecidos, con la acogida a tantos y tantas que viene por mar, con la opción por el Reino.

Padre, que seamos orantes en la acción

Padre bueno, concédenos la gracia de hacer que la oración del Padrenuestro, pronunciada tantas veces y tan rutinariamente, nazcan con vida nueva en nosotros y crezcan y se enraícen en nuestra existencia.

Vicky Irigaray