Hermanos y hermanas, Mateo nos recuerda la tensión permanente entre Evangelio y ley, invitándonos a vivir y cultivar unas actitudes que van más allá de la ley y de lo que es costumbre social. Oremos.

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

• Que la Iglesia centre su proclamación en la gratuidad del Amor de Dios, en una vivencia de la Ley desde dentro, sin barreras…sin acotarla por una larga serie de preceptos.

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

• Que los creyentes hagamos presente un nuevo estilo de vida que no se base en el cumplimiento externo sino en actitudes profundas: en el amor a los hermanos, en la solidaridad, en la igualdad…

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

• Que todos nosotros seamos conscientes que el olvido, la ofensa, la crítica, el insulto, el desprecio, la descalificación son otra forma de ir matando poco a poco al hermano.

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

• Que, en nuestras familias, en nuestras comunidades de fe vivamos unidos, con vinculaciones afectivas, facilitándonos mutuamente la vida, propiciando la unidad universal.

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

• Que en nuestra sociedad se den referentes de hombres y mujeres que sepan vivir, testimoniar y defender el proyecto matrimonial.

Jesús, que el motor de nuestras vidas sea el amor

Padre bueno, abre nuestros oídos y corazón para escuchar tu Palabra y descubrir que la sinceridad, la confianza, la dignidad y la honestidad son semillas de tu Reino. Te damos las gracias por Jesús, tu hijo y nuestro Maestro.

Vicky Irigaray