Hermanos y hermanas, el banquete es la imagen de abundancia y la fiesta, como el reino de Dios: abundancia, fiesta, hermandad, gratuidad. No lo olvidemos: todos y todas estamos invitados a un banquete. Oremos.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

• Que la Iglesia sea signo de la gratuidad y la invitación al Reino de Dios.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

• Que los creyentes nos sintamos llamados a superar las barreras y diferencias que se dan entre nosotros en favor de una sociedad más humana y fraterna.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

• Que nuestras comunidades religiosas, parroquiales y de fe no sean espacios para los buenos, decentes y selectos, sino que sean las comunidades de los invitados al Reino.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

• Que los pobres, los marginados sociales, los que no cuentan para nada ni para nadie se sientan también invitados a nuestras celebraciones y comunidades.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

• Que nos cuidemos unos a otros, que cada uno y cada una pongamos de nuestra parte para vivir con paz y esperanza esta situación que estamos atravesando.

Gracias, Padre, por invitarnos a tu banquete

Padre bueno que todos nosotros escuchemos tu invitación insistente al banquete y que sepamos responder con firmeza, alegría y gratitud a tu propuesta. Te damos las gracias por tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray