Hermanos y hermanas, Jesús no puede ser más claro: lo único importante es el amor que se manifiesta en la entrega a las personas, al prójimo. Oremos.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

• Que la Iglesia sea escuela de caridad y amor uniendo y equiparando de una vez para siempre el amor a Dios con el amor al prójimo.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

• Que los creyentes rompamos con toda forma de egoísmo para amar a los demás con sentido sacral, favoreciendo siempre el cuidado y la igualdad entre todos.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

• Que todos los aquí presentes recordemos que optar por Jesús, cumplir el mandamiento principal, supone pasarse al bando de los pobres y amarlos con toda nuestra capacidad de amor.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

• Que todos los hombres y mujeres que nunca han conocido el amor nos encuentren próximos y con un corazón despierto, generoso y pronto en amor, que seamos puentes de bienhacer y bienquerer.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

• Que las personas mayores, los enfermos, los hospitalizados, los marginados escuchen y reciban palabras y gestos de amor, que encuentren personas cerca que les cuiden y traten con delicadeza y ternura.

Que el amor nos mueva en nuestro día a día

Padre bueno, que nuestras vinculaciones sean siempre desde el amor, desde el deseo de bien del otro, que nuestras palabras y gestos favorezcan la civilización del amor. Te damos las gracias por tu Hijo Jesús que por amor a nosotros entregó su vida.

Vicky Irigaray