Hermanos y hermanas, se nos ha anunciado que es en medio de la debilidad de nuestra humanidad donde podemos encontrarnos con el Niño de Belén. Oremos.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra

• Que la Iglesia nos invite, cada día, a acercarnos a ese lugar donde Jesús nace para vivir para los demás; que nos presente Belén como el lugar donde encontrar el sentido y descanso de nuestra vida.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra

• Que los cristianos nos acerquemos hoy a esos rincones del mundo donde acampa hoy su humanidad doliente; ofreciendo abrigo, acogida, techo y calor.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra

• Que todos nosotros y nosotras vivamos “al raso” dejándonos alcanzar y arrastrar por la melodía de los pastores, viviendo a su ritmo con fidelidad y confianza.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra

• Que aprendamos de María a dar a luz a Dios Padre Madre para los demás; a envolver la vida en pañales y recostarla con mimo; a cuidarla y alimentarla.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra

Padre Madre, concédenos la gracia de acercarnos a Belén a escuchar y que esa música se convierta en la banda sonora de nuestra vida, llenándonos de alegría y paz.

Vicky Irigaray