Hermanos y hermanas, Jesús inicia el tiempo de la nueva comunidad/pueblo de Dios en medio del mundo para expandirse, una nueva comunidad vivificada por el soplo del Espíritu. Oremos.

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

• Que la Iglesia vuelva a sus inicios, escuche con novedad el mensaje de Jesús, reconociendo la nueva espiritualidad del discipulado y de la comunidad.

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

• Que deseemos de corazón ser sarmientos que permanecen unidos para dar mucho fruto creíble, transformante y abandonemos nuestros brotes de soberbia y comodidad

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

• Que no perdamos de vista que el Padre/Madre/Vida nos va podando a través de la comunidad, los amigos, de los pobres, los marginados, también a través de los que nos critican y cuestionan.

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

• Que nos tomemos muy en serio el proyecto de Jesús personalmente, en nuestras comunidades parroquiales y de fe, que seamos fuertes, que contagiemos vida y unidad.

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

• Que pongamos empeño en la construcción de un mundo diferente, más al estilo de Jesús, donde sea posible unas relaciones distintas, más humanas, más justas, más reconciliadores.

Deseamos una vida fecunda en proximidad y frutos.

Padre Madre buena, que escuchemos tu llamada a permanecer unidos a ti e unidos entre nosotros, que comprendamos con el corazón que sólo así nuestro fruto será fecundo para toda la humanidad. Te damos las gracias por confiar en nosotros.

Vicky Irigaray