Hermanos y hermanas, el Espíritu que alentó a Jesús se hace presente en medio de nosotros y nos desea la paz, el shalom, es decir: la integridad de vida, salud, búsqueda de justicia, armonía personal, comunitaria y social. Oremos.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

• Necesitamos una Iglesia alentada por el Espíritu, con la misma misión de Jesús, una Iglesia empeñada en liberar, dar paz, perdonar, amnistiar, proclamar una Vida y un mundo distinto.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

• Necesitamos comunidades parroquiales y religiosas alentadas por el Espíritu, en movimiento, en salida hacia las periferias de nuestras ciudades y países, empeñadas en hacer surgir la Vida.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

• Necesitamos creyentes alentados por el Espíritu, maduros en la fe, convencidos de que la evangelización no consiste en una uniformidad impuesta, sino en la fidelidad y el entendimiento en la diversidad.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

• Necesitamos responsables institucionales alentados por el Espíritu, involucrados en la vida de la gente, buscadores y constructores de una sociedad más justa y habitable para todos.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

• Necesitamos una humanidad alentada por el Espíritu, que promueva la sororidad y fraternidad, que sea cauce de justicia, inclusión, paz; que cuide la Creación y busque el bienestar de todos y todas.

Que nos dejemos renovar por tu Espíritu

Padre Madre buena, necesitamos dejarnos alentar por tu Espíritu, abrirnos desde dentro y estar dispuestos a que tu soplo creador nos renueve y cambie. Te damos las gracias porque nos habitas y alientas cada día.

Vicky Irigaray