Hermanos y hermanas, como comunidad de Jesús, y alentados por su mismo Espíritu, nuestra primera misión es liberar, contagiar paz, perdonar siempre, regalar Vida. Oremos.

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

• Que el soplo del Espíritu aliente de verdad la vida de la Iglesia: comunidad de hombres y mujeres cauce y presencia de la Vida y el Espíritu de Jesús en medio de nuestro mundo.

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

• Que el soplo del Espíritu penetre en nuestras comunidades de fe despertando la llamada al servicio, a crear espacios dignos y cálidos para todos los que necesitan un soplo de Vida en sus vidas.

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

• Que el soplo del Espíritu nos desinstale por dentro, despierte nuestro compromiso creyente y nuestra opción de vida en favor de los más desfavorecidos de este mundo.

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

• Que el soplo del Espíritu nos descentre, nos empuje siempre hacía afuera, rompiendo nuestros ensimismamientos, nuestros pequeños círculos, cualquier tipo de frontera, ensanchando horizontes y sentido.

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

• Que el soplo del Espíritu sea quien aliente la tarea diaria de quienes trabajan en hospitales, residencias, albergues, comedores sociales… sosteniendo el sufrimiento de tantos y tantas

Que nos dejemos alentar por el Espíritu

Padre Madre buena, que nuestra vida siempre tienda hacía la novedad de Jesús de Nazaret, seamos huella de vida donde ésta está amenazada, sin horizonte. Gracias por el soplo del Espíritu que alienta nuestro mundo.

Vicky Irigaray