Hermanos y hermanas, muchos de nosotros tenemos que confesar que, a veces, caemos en la tentación de seguir deseando un Dios Padre Madre Todopoderosa que nos resuelva la vida y el mundo. Oremos.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

• Necesitamos una Iglesia no poderosa, con una opción clara por los más pobres y vulnerables de este mundo.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

• Las comunidades cristianas necesitamos atender la invitación que el Papa Francisco nos hace a salir a las periferias de nuestros pueblos y ciudades.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

• Necesitamos escuchar la llamada de Jesús a inclinarnos hacía lo que no brilla ni cuenta, hacía lo frágil y vulnerable, hacía lo pobre y pequeño.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

• Necesitamos optar de manera clara y radical por el prójimo, por la justicia, por la no violencia, por la paz, por el bien del otro, por el amor.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

• Necesitamos ser puentes de bien, ser presencia de Jesús donde el grito de la humanidad resulta desgarrador, donde la vida parece sin horizonte y sentido.

Queremos ser cauces del Reino de Jesús

Padre Madre buena, que no caigamos en la tentación de tener en vez de ser; que seamos referentes de una vida vivida en clave de servicio, solidaridad, fiesta y agradecimiento.

Vicky Irigaray