Hermanos y hermanas, la Palabra proclamada hoy nos invita a alistarnos valientemente y con todas las consecuencias en el bando de Jesús y su Reino. Oremos.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

• Que la Iglesia sea referente de confianza, valentía y audacia, sea capaz de romper con estructuras, formas y lenguaje, no tema reformularse para ser Buena Noticia para los hombres y mujeres de hoy.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

• Que nuestras comunidades apuesten por celebraciones renovadas, una catequesis infantil y formación adulta que busque madurar en la fe y despertar la llamada al compromiso con toda la humanidad.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

• Que todos nosotros y nosotras nos impliquemos socialmente, políticamente, económicamente en la trasformación de este mundo, que seamos cauces del Reino en nuestros pequeños contextos familiares, vecinales y sociales.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

• Que no nos empeñemos en conservar lo que tenemos, que seamos capaces de preguntarnos qué significa ser discípulo o discípula de Jesús hoy y nos atrevamos a arriesgar para ser Buena Noticia en nuestro mundo.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

• Que seamos luz en el camino de tantas personas que viven en la oscuridad; consuelo junto a los dolientes; compañía en la soledad; seguridad en la duda grito de paz y justicia ante tantas situaciones violentas e injustas.

Queremos arriesgar y comprometernos con Jesús

Padre Madre buena, que no nos dejemos paralizar por el miedo y nos comprometamos con la construcción de una sociedad más humana, que seamos referentes de bien, esperanza y sentido.

Vicky Irigaray