Hermanos y hermanas, un discipulado que asegure privilegios y favores, un seguimiento que no nos implique desde las entrañas, que no apueste por los más desfavorecidos, tiene muy poco que ver con Jesús de Nazaret. Oremos.

Queremos ser del bando de Jesús

• Que la Iglesia se libere de lo ya conocido, se atreva a arriesgar, a romper con lo establecido con el fin de ser Palabra y Referente para el hombre y la mujer de hoy.

Queremos ser del bando de Jesús

• Que nuestras comunidades se renueven definitivamente, no se empeñen en conservar, sean audaces a la hora de arriesgar en su modo de vida, en sus lugares de implicación, en su anuncio del Reino.

Queremos ser del bando de Jesús

• Que todos nosotros y nosotras optemos de verdad por el Reino con pasión, con valentía, denunciando y anunciando, proponiendo nuevos caminos, aunque estos nos produzcan vértigo.

Queremos ser del bando de Jesús

• Que nuestras familias sean abiertas al servicio de la sociedad, escuelas de solidaridad donde nuestros jóvenes crezcan con conciencia de corresponsabilidad para con toda la humanidad.

Queremos ser del bando de Jesús

• Que cada día sea mayor el ejército pacífico de voluntarios que trabajan de manera gratuita y callada en los mil rincones de este mundo y que sólo desean la paz y el bien para toda la humanidad.

Queremos ser del bando de Jesús

Padre Madre buena, que los creyentes nos dejemos afectar por las palabras de Jesús, que no caigamos en la tentación de un discipulado cómodo y a nuestra medida. Agradecemos la vida de Jesús de Nazaret.

Vicky Irigaray