SUTIL ACTUALIZACIÓN DE LAS COSTUMBRES PIADOSAS. MIÉRCOLES DE CENIZA DE CAMINO A LA CUARESMA
Mari Paz López Santos(Mt 6, 1-6.16-18)
Año tras año el texto del evangelio nos reta a adentrarnos en tres temas complejos: la limosna, la oración y el ayuno, que a veces se entienden como costumbres piadosas para determinado tiempo litúrgico.
He leído como tantas otras veces el evangelio del Miércoles de Ceniza. Mateo no se corta de transcribir textual y radicalmente la palabra hipócritas, dedicada a quien se adentra en tres pilares de la vida cristiana que, dados los tiempos actuales, para muchos suenan como anticuado, especialmente si nos referimos a la limosna y al ayuno; en cuanto a la oración, el término es más cercano, pero tan diverso en las formas que no permite un suave aterrizaje en la comprensión.
Qué bien nos puede venir dedicar un tiempo a adentrarnos en el significado espiritual y práctico de estas tres palabras, con sencillez, humildad, fe, justicia, tiempo y silencio, buscando qué nos dicen, una a una, en este mundo revuelto a todos los niveles.
“Cuando hagas limosna… ¿Esa palabra que dice el diccionario (1) como “cosa, especialmente dinero, que se da a otro por caridad?”. Habría que actualizarla ofreciendo compromiso y servicios de justicia para que nadie necesite recibir limosnas. Para que la cantidad de cosas que a unos nos sobran, por una concreta forma de vida, puedan ser justamente recibidas por los que no tienen ni lo imprescindible.
Esta última palabra escrita –imprescindible– me trae de nuevo a la cabeza una frase atribuida a Pedro Casaldáliga: “Lo que no es imprescindible, es robado”. No creo que necesite explicaciones. Es un zasca a la hipocresía pura y dura.
“Cuando oréis… entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Necesitamos tiempo, sosiego, silencio, quietud… pero si no puede ser, donde te pille la vida, en el atasco, en el cuidado de un enfermo en el hospital por la noche, en el paisaje de una puesta de sol, en la pequeña conversación en la parada de autobús de una persona muy mayor que necesita hablar, en el Jesusito de mi vida cuando tu hija se va a dormir, o tu nieto lo está aprendiendo.
Un grupo de hombres y mujeres pidieron a Thomas Merton que les hablara de la oración: “Nada que alguien pueda decir (de la oración) es tan importante. Lo más importante es la oración. La oración en sí misma. Si deseáis una vida de oración, la manera de conseguirla es orando. Nos han adoctrinado tanto sobre los medios y los fines que no nos damos cuenta de que en la vida de oración hay una dimensión diferente. (…) En la oración descubrimos lo que ya tenemos y nos damos cuenta de que ya estamos allí. Ya lo tenemos todo, pero no lo sabemos y no lo experimentamos. Todo nos ha sido dado en Cristo. Todo lo que necesitamos es experimentar lo que ya poseemos”. (2)
Decía sobre la oración Santa Teresa del Niño Jesús: “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría” (3)
“Cuando ayunéis… Aunque se define el ayuno como “una forma de mortificación por precepto eclesiástico o por devoción, la cual consiste sustancialmente en no hacer más que una comida al día, absteniéndose por lo regular de ciertos alimentos”. Quizás vendría bien una sutil actualización de estas costumbres piadosas adaptándolas a los tiempos actuales:
- Ayunar de móvil y tecnología en general, dedicando el tiempo a las relaciones familiares, amigos, a personas que necesitan compañía y hablar (fenómeno muy habitual últimamente).
- Ayunar de malos rollos, críticas, charlas de temas políticos.
- Ayunar de consumo excesivo
- Ayunar de visitas a centros comerciales dedicando tiempo a jardines, excursiones, etc.
Ahí dejo algunos posibles ayunos y ya cada uno añada las dependencias de la que es saludable ayunar.
Es bueno notar el vacío del estómago cuando el ayuno es de algo comestible y seguramente será muy beneficioso ayunar de este otro tipo de cosas. Tanto uno como otro nos ayudarán a ver que hay muchísimas personas en el mundo que viven en permanente ayuno no elegido.
El hambre es maldición e injusticia. La imposibilidad de acceder a una vida digna y no violenta, con posibilidades de educación y sanidad no se subsanan de limosna sino de derechos. Disfrutar de una paz estable se está convirtiendo en un deseo cada vez más lejano para muchos.
Que nos adentremos en la Cuaresma con esperanza.
Mari Paz López Santos
Miércoles de Ceniza-2025
(1) Dicccionario RAE
(2) Diccionario de Thomas Merton, Ed. Mensajero, págs. 402-403)
(3) Manuscrit C, 25r: Manuscrists autohiographiques [Paris 1992] p. 389-390).