Nuestro Dios nos perdona siempre. El que ha conocido a Dios, a Abbá, sabe que está perdonado de antemano. La parábola que hemos escuchado nos muestra al siervo que ha sido perdonado en lo mucho y es incapaz de perdonar en lo poco. Oremos.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

· Padre, infinito perdón, que la Iglesia sea rica en misericordia, perdonando siempre, acogiendo sin juicios ni condiciones, ofreciendo cercanía con aquellos que más lo necesitan.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

· Padre, infinito perdón, que todos los cristianos vivamos unidos, siendo testimonio de la fraternidad que tú sueñas para toda la humanidad.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

· Padre, infinito perdón, concede a todos los hombres y mujeres que viven atormentados por el pecado y la culpa, la gracia de descubrirte perdonando siempre.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

· Padre, infinito perdón, que este nuevo curso escolar sea para todos los niños y jóvenes una nueva oportunidad para crecer interiormente, fortaleciendo un corazón solidario y rico en perdonar.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

· Padre, infinito perdón, una vez más, deseamos la paz en nuestro pueblo y en el mundo entero. Que seamos capaces de olvidar nuestras diferencias, que encontremos los caminos de la paz.

Padre, que nos perdonemos unos a otros siempre.

Padre bueno, que nos perdonas siempre, concédenos la gracia de vivir nuestra condición de hijos tuyos, de reconocernos y vivirnos como hermanos. Eso es lo que tú nos ofreces y haces posible. Te damos las gracias por medicación de tu hijo y Hermano nuestro Jesús.

Vicky Irigaray