Juan nos recuerda  que la piedra de toque es el cumplimiento del mandamiento del amor. Ese es el Espíritu de Jesús y en eso conocemos que permanecemos en El. Oremos.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

· Por la Iglesia, para que no olvide a Jesús como tronco, como savia, como cabeza, como fuente de la vida de la comunidad eclesial  y nos  invite a todos a vivir insertados en la Vid.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

· Por todos nosotros, seguidores de Jesús, para que nuestra seña de identidad sea nuestra comunión con la cepa-Jesús y por nuestros buenos frutos, los que proceden del espíritu de Jesús.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

· Por cada una de nuestras comunidades parroquiales, para que nuestra pertenencia física a la iglesia no sea el criterio definitivo sino la presencia entre nosotros del espíritu de Jesús, que se traduce ante todo en nuestra actitud de servicio ante los demás.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

· Por todos los que pasan hambre en nuestro entorno y en el mundo, para que encuentren entre nosotros ayuda para saciar su hambre y recursos para vivir con dignidad.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

· Por todas nuestras madres, para que sepamos reconocer su amor incondicional y nuestra respuesta a tanto amor sea cuidándoles y acompañándoles en su día a día.

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir unidos a ti.

Padre, te damos las gracias porque domingo a domingo nos alimentas con tu Palabra, mantienes vivo el espíritu de tu Hijo entre nosotros y nos lanzas a la vida para seguir contagiando vida. Te lo agradecemos por medio de tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray