Hermanos, no pocas veces envidiamos a los que convivieron con Jesús. Pensamos que conociéndole sería mucho más fácil creer en él. Hoy se nos invita a revisar esa opinión. Oremos.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

· Que la Iglesia, con sus gestos, palabras y doctrina, propicie procesos de transformación y personalización de la fe de cada uno de los creyentes.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

· Que todos nosotros seamos portadores del ser de Jesús y así en cada hombre y mujer descubramos la presencia y cercanía de nuestro Padre Dios.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

· Que seamos capaces de reconciliarnos con nuestra realidad personal, incluso con nuestra sombra o pecado, para que así manifestemos la gracia de Dios que nos habita.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

· Que todos los que sufren por sus limitaciones físicas o síquicas, encuentren cerca a personas que les acojan, acepten y quieran como son.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

· Por todos los niños y jóvenes que disfrutan de sus vacaciones escolares, que este tiempo de descanso sea una oportunidad para aprender la convivencia en la solidaridad y generosidad.

Jesús, que te reconozcamos como el Hijo de Dios Padre.

Padre bueno, concédenos la gracia de crecer en la fe y en una fe cada vez más adulta. Que seamos capaces de reconocerte en tu Hijo Jesús, para seguirle y trabajar con él en Tus cosas. Te damos las gracias de corazón.

Vicky Irigaray