Durante los días 31 de agosto al 04 de setiembre del 2015, nos reunimos junto al milenario Apu Atoja, acogidas/os por nuestra madre tierra del Inca Uyu y a orillas del lago sagrado Titicaca en Chucuito. Celebramos los 25 años de encuentros de Teología y Pastoral Andina con el tema: “Hacer Teologías en las Fronteras de Cambio en el Mundo Andino: Diálogo y Profecía”, las y los delegadas/os de los pueblos y culturas Aymaras, Quechuas y Qollas que viven en Argentina, Bolivia y Perú con el acompañamiento del Hermano Eleazar López de la cultura Zapoteca - México. Renovamos nuestro caminar con los que sembraron con sus vidas este proceso, principalmente con nuestro Achachila Domingo Llanque Chana en cuya memoria nos convocamos.

En estos días hemos reflexionado la realidad de nuestros pueblos indígenas desde la juventud, las nuevas relaciones de género, la sostenibilidad ambiental y alimentaria, la economía y política alternativas, los DDHH y los derechos de la Pacha, la pastoral ecuménica e intercultural/interreligiosa. 

Reconocemos que estamos afectados en nuestra integridad por los poderes económicos, políticos, sociales y religiosos de la globalización. Tomamos conciencia de que el patriarcado como sistema está metido en todos los ámbitos de la vida, y que es uno de los ejes que sostienen al capitalismo neoliberal que explota, oprime, reprime y violenta a todos los seres vivientes de la tierra; y en nombre de la globalización impone una cultura hegemónica y dominante con una nueva colonización.

En estos 25 años de Teología y Pastoral Andina, hemos llegado a comprender que nuestra teología es una teología de la vida y para la vida, más allá de los libros; teología del camino que nos pone en la búsqueda de las/os otras/os para encontrar allí a Dios; teología del encuentro y del “abrazo” de Dios y con Dios en la comunidad; que escucha y se hace eco de la “voz de la tierra”, del sabor de la papa y del maíz, del amor a los animales y el respeto a los demás bienes de la tierra, como los cerros y los ríos. Teología que refuerza las identidades de los pueblos y nos reconstruye como humanos, hijas e hijos de la tierra.

Como pueblos indígenas ésta es NUESTRA PALABRA:

• Reafirmamos nuestra convicción profunda en los Derechos Humanos y los derechos de la Madre Tierra, Pachamama, realidad viviente que reclama cuidado (cf. Laudato Si!), respeto, colaboración y cariño.
• Transmitir nuestra experiencia religiosa: contagiando y revalorizando la cultura andina en los jóvenes; sensibilización social a través de voluntariados, servicio social. Partir de aspectos más humanos, culturales para luego introducirlos en la fe.
• Recuperar, preservar, consumir y garantizar alimentos orgánicos que sean saludables.
• Generar conciencia crítica, especialmente en relación al consumismo.
• Continuar en la búsqueda común de proyectos acordes con la economía solidaria andina, realizando las prácticas culturales que expresan nuestra profunda espiritualidad que favorece la vida. De esta manera ya no depender de los organismos financieros que con propagandas atractivas y engañosas nos roban, nos absorben y esclavizan.
• Reconocer a Dios también en experiencias fuera de la Iglesia institucional. Esto implica: fortalecer la diversidad y no buscar la uniformidad, consolidar el sentir a Dios en comunidad, buscar aspectos en común y no las diferencias, defender y promover la vida, entablar un diálogo ecuménico con aquellas/os que impulsan la vida, no con quienes buscan un lucro personal.

Nuestros pueblos indígenas desde siempre han vivido con naturalidad el ecumenismo y la inter-religiosidad que busca sumar las intuiciones y acciones que impulsan la vida en vez de dividir e imponer verdades doctrinales.

Vemos con gozo la promulgación de leyes a favor de la vida de los pueblos indígenas, pero, a la vez, constatamos con dolor la falta de cumplimiento de estas leyes.  En consecuencia, urgimos a las autoridades políticas que cumplan con las leyes nacionales e internacionales; y a las autoridades eclesiásticas, en sus diversas denominaciones, que sean consecuentes con sus pronunciamientos oficiales a favor de los pueblos indígenas.

Concluimos diciendo que nuestra teología es Teología de la ofrenda más que de la petición y con ella damos razón de nuestra esperanza (1Pe 3,15) milenaria para que la vida prevalezca en abundancia (Jn 10,10) para todas, todos y la creación entera.

SUMAQ KAWSAY - SUMA QAMAÑA!!!
JALLALLA - KAWSACHUN

Chucuito, 3 de setiembre de 2015