ISAÍAS 66, 10-14
IsaíasFestejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis,
alegraos de su alegría lo que por ella llevasteis luto;
mamaréis de sus pechos
y os saciaréis de sus consuelos
y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes.
porque así dice el Señor:
yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz,
como un torrente en crecida las riquezas de las naciones.
Llevarán en brazos a sus criaturas
y sobre las rodillas las acariciarán;
como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo,
en Jerusalén seréis consolados.
Al verlo se alegrará vuestro corazón
y vuestros huesos florecerán como un prado;
la mano del Señor se manifestará en sus siervos.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí