Hermanos, sabemos que Dios es para Jesús Abbá y cuando Jesús nos enseña cómo debemos dirigir nuestra oración a Abbá, nos hace entrega de su Dios, de su propia relación con Abbá. Oremos.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

• Que la Iglesia sea maestra de oración, que invite incesantemente a la relación de intimidad con Dios porque sólo desde y en el corazón de Dios seremos transformados.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

• Que en nuestra oración de cada día pidamos que "venga a nosotros tu Reino" y en esa petición impliquemos todo nuestro corazón y nuestro vivir de cada día.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

• Que no nos olvidemos nunca de rezar cada día por los demás, por los que llevamos en el corazón y por los que no conocemos, que sepamos dejarlos a todos en el corazón del Padre.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

• Que seamos capaces pedir y orar por los que nos han hecho daño, por los violentos, los terroristas, los corruptos, que también a ellos les llegue la Buena Noticia del Reino.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

• Que en nuestra oración de cada día supliquemos la intercesión de los que hemos querido y ya están en la Casa del Padre, que su mediación nos transforme y nos haga mejores personas.

Gracias, Padre, porque siempre nos escuchas

Padre bueno, enséñanos a orar desde y con el corazón. Que descubramos el gozo de ser hijos tuyos y con confianza nos relacionemos y gocemos contigo. Te damos las gracias por tu hijo e intercesor nuestro, Jesús.

Vicky Irigaray