Hermanos, el Padre no quiere que seamos para nosotros mismos, sino que, viviendo de él, seamos como él, don para los demás. Esto es lo que Jesús nos revela y recuerda hoy. Oremos.

Jesús, queremos ser conducidos por tu Espíritu

• Que la Iglesia nos recuerde que ser cristianos es dejarnos guiar por el Espíritu Santo, descubrir y vivir cada día la novedad de nuestro Padre y ser la Buena Noticia del Amor que se entrega hasta el extremo.

Jesús, queremos ser conducidos por tu Espíritu

• Que los cristianos seamos capaces de dejarnos conducir por el Espíritu en estos tiempos tan cambiantes y así descubramos nuevas formas de ser Buena Noticia en este mundo.

Jesús, queremos ser conducidos por tu Espíritu

• Que nuestras comunidades parroquiales sean espacios donde los más necesitados y excluidos de nuestra sociedad encuentren una acogida cálida, un trato amable y una mano tendida.

Jesús, queremos ser conducidos por tu Espíritu

• Que nos deseemos unos a otros la paz, esa paz que sólo el Padre nos puede dar, que nos trae la abundancia del alimento para todos, la salud completa, la dignidad y seguridad para todos y unas relaciones fraternas con toda la humanidad.

Jesús, queremos ser conducidos por tu Espíritu

Padre bueno, que el vacío dejado por la muerte de tu Hijo Jesús sea llenado por la presencia y fuerza de su Espíritu; que nos conduzca a vivir como hermanos y nos aliente en nuestro deseo sincero de ser sus testigos en el mundo de hoy. Te damos las gracias por el amor con que nos ha amado tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray