Hermanos y hermanas, en el Evangelio de hoy se nos recuerda que Pedro prefirió permanecer al lado de Jesús, aunque no entendía mucho, porque sólo en Jesús había encontrado palabras de vida. Y nosotros, ¿a quién iremos? Oremos.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

• Que las palabras de nuestra Iglesia resulten creíbles, llenas de vida, verdad y transparencia; que sean palabras que proclamen el amor del Padre por toda criatura y, en especial, por los más desfavorecidos.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

• Que nuestra palabra de fe, de entrega, de solidaridad, de acogida, de perdón, de integración sean palabras que broten de nuestra adhesión personal a Jesús y su Reino.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas den testimonio no quedándose al margen de la realidad vecinal y social, dejándose interpelar y respondiendo siempre en favor de la justicia, la paz y la convivencia entre todos.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

• Que todos los hombres y mujeres que necesitan una palabra de aliento, de sentido, de esperanza, de perdón, de paz, de dignidad, puedan escucharla en sus entornos y se sientan sostenidos.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

• Que cada uno de nosotros y nosotras seamos palabra, voz de los que no tienen ni palabra ni voz; que seamos denuncia ante tanta desigualdad e injusticia y anuncio del Reino de Jesús.

Jesús, que seamos palabra tuya en nuestro mundo de hoy.

Padre bueno, concédenos la gracia de tener la palabra oportuna ante los hermanos y hermanas que sufren y nos necesitan. Que sigamos con gozo tras los pasos de Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro.

Vicky Irigaray