Os envío lo que he preparado para Semana Santa de este año. Otras veces, suelo tomar un hilo conductor, pero este año, el hilo conductor es la propia Pascua y sus protagonistas.
Empezamos el domingo pasado con "En el nombre del Amor" examinando un poco más a fondo la escena de la llegada de Jesús a Jerusalén y cómo me sitúo yo o cada uno de nosotros en ese momento.
El Jueves, he querido centrarme una vez más en el momento del lavatorio y en la capacidad de Jesús de Amar hasta el extremo... hasta el extremo ¿somos conscientes de lo que implica llegar al extremo? A veces creo que lo he oído tanto, y suena tan "poético" que se me pierde su significado...
El viernes, me he fijado en una mujer, Verónica, que sale al paso de Jesús en un momento que seguramente sería como para apartar la vista por la impresión, una caricia, un último cuidado con ternura de mujer que deja grabado para siempre en ella su rostro y con seguridad, su mirada. Me hice consciente de que realmente no sé mirar y por eso mismo, no sé lo que hago, con todo lo que ello supone de errores, torpezas y omisiones. Menos mal que contamos con un AMOR incondicional... no hay más que mirar la cruz.
En la vigilia, y domingo de Pascua, pues me ha salido pedir con toda mi alma VIVIR pero a la manera de Jesús, en lo pequeño, ya mismo, ahora y aquí, resucitar y volver a mi "Galilea cotidiana".
Que tengáis una feliz Pascua... ¡QUE EL BUEN DIOS NOS HAGA VIVIR!
Jueves Santo
Viernes Santo
Domingo de Resurrección